Mensaje de Navidad 2014
12 de noviembre de 2014
Del secretario general del Consejo Mundial de Iglesias
"Los sabios"- He Qi
Material utilizado con la generosa autorización del artista. www.heqiart.com
Queridos amigos y compañeros de viaje:
Les saludo en nombre de Dios Todopoderoso: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Que las bendiciones de este tiempo de Adviento, un tiempo de expectación, se ciernan sobre sus hogares y sus comunidades, y se hagan especialmente presentes en las vidas de aquellos que tienen que dejar sus hogares en tiempos como este.
Es un tiempo que nos invita a regocijarnos ante la perspectiva de manifestaciones más abundantes de los propósitos de amor de Dios:
« ¡Levántate, resplandece! ¡Tu luz ha llegado! ¡Ya la gloria del Señor brilla sobre ti!». (Isaías 60:1).
Se trata de una confesión de la gran esperanza de que Dios guíe a las personas de buena voluntad a través de las tinieblas hacia el cumplimiento de la promesa de Dios:
«Tu luz guiará los pasos de las naciones; los reyes se guiarán por el resplandor de tu aurora». (Isaías 60:3).
Tertuliano, uno de los primeros autores cristianos, asociaba a estos "reyes" de la profecía hebrea con los sabios del Evangelio de Mateo, los eruditos seguidores de la luz, en su deseo de acompañar a Jesús:
«Jesús nació en Belén de Judea en los tiempos del rey Herodes. En aquel tiempo, unos sabios que venían desde el oriente llegaron a Jerusalén y preguntaron: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el oriente, y venimos a adorarlo.» (Mateo, 2:1-2).
Pensando en que el rey de aquel momento podría indicarles la dirección, los sabios llegaron a la corte real antes de darse cuenta de que la luz que estaban siguiendo les llevaba a otro lugar. Le explicaron al rey Herodes el motivo de su viaje antes de darse cuenta de que a este le preocupaban otras cuestiones. El camino hacia la luz puede ser distinto del que creemos.
Por eso, cuando encontraron a Jesús, los sabios continuaron con su peregrinación de vuelta a sus hogares por un camino diferente: no eligieron el camino de grandeza de Herodes, sino un camino de proclamación y de alabanzas, de justicia y de paz.
En este tiempo de Navidad y Epifanía, de Dedicación y del Bautismo de Jesús, nos regocijamos en la Buena Nueva que guió tanto a los pastores de los campos cercanos como a los sabios que venían de tierras lejanas: la buena nueva que sigue arrojando su luz gloriosa sobre el mundo entero.
No importa cuán oscura sea la noche de nuestros tiempos: Dios es nuestra luz.
Oremos:
Guíanos con tu luz, Señor. Guía nuestros pasos durante nuestra peregrinación de justicia y paz.
¡Demos gracias a Dios!
Rev. Dr. Olav Fykse Tveit
Secretario general del Consejo Mundial de Iglesias