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Una voz de América Latina por la paz y la justicia económica

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Una voz de América Latina por la paz y la justicia económica

Nora Coloma, de Guatemala. @ Elizabeth Aristizábal/WCC

31 de Octubre 2013

Por Elizabeth Aristizábal

"Las palabras tienen espíritu, tienen vida, tienen fuerza". Con esta frase comienza su relato Nora Coloma, representante del Consejo Ecuménico Cristiano de Guatemala, para quien la voz de Latinoamérica ha estado un poco ausente en esta X Asamblea.

"Acá en el CMI tenemos una pequeña limitación que es el idioma; hacer llegar el mensaje en otro idioma es más complicado y Latinoamérica necesita dar a conocer que a pesar de que ha habido procesos democráticos, procesos de paz, no se ha logrado construir ese proceso de paz, todavía hay muchos conflictos".

Para Nora, en América Latina todavía hay muchos conflictos sociales debido a la concentración de las riquezas en pocas manos y a la falta de acceso a los recursos de la mayoría de las personas. Adicional a esto, la violencia sexual contra las mujeres, los embarazos de adolescentes y niñas, y la explotación sexual, son algunas de las problemáticas que todavía hoy quedan por resolver en la región.

En el caso de Guatemala, los jóvenes no tienen muchas posibilidades de acceder a la educación, ni a un trabajo bien remunerado, y la presencia de algunas maquilas en el territorio ha aumentado el riesgo de explotación laboral, dice. "Estas niñas que se ponen a trabajar en las maquilas no solo se les explota con su fuerza de trabajo, sino que también quedan aisladas de toda posibilidad de educación, y eso va creando una sociedad completamente excluida y marginada."

Maquilas

El asentamiento de las maquilas --empresas que importan materiales sin pagar aranceles, cuyos productos se comercializan en el país de origen de la materia prima-- en Guatemala, afecta de manera particular a las comunidades indígenas, no solo por la explotación laboral sino porque han comenzado a fabricar y a vender a menor costo prendas típicas como el Güipil, reduciéndolo a las mujeres indígenas la posibilidad de vender su arte.

Al igual que muchos jóvenes guatemaltecos, a los 18 años Nora comenzó a trabajar para aportar económicamente a su familia; sin embargo, ella contó con la suerte de entrar a una institución llamada Coordinadora Kaqchikel de Desarrollo Integral, que se encargaba de potenciar el trabajo de los pueblos indígenas y prevenir la violencia contra estos.

"Yo me siento muy agradecida con Dios porque me dio esa oportunidad, porque si no en este momento yo sería una persona ajena a toda la realidad de nuestro país y a este mundo ecuménico”. Para el Consejo Ecuménico Cristiano, es vital el trabajo con los jóvenes, pues según Nora, Guatemala se ha convertido en un corredor estratégico para el narcotráfico y los jóvenes buscan como ganar dinero fácil. "Por 20 dólares los jóvenes se comprometen con el trabajo de sicario", dice. Por eso, el Consejo, ha creado una Pastoral de la Juventud, desde donde desarrollan una serie de actividades para la formación de los jóvenes en actividades ocupacionales, como la panadería, la carpintería, el reciclaje y el uso de los medios de comunicación.

Para Nora es muy importante que en el CMI vuelva su mirada a América Latina: "anteriormente habían consultas ecuménicas por la paz en las regiones. Eso nos ayudaría mucho, que hayan delegaciones ecuménicas del Consejo, así como van a Palestina, Israel, etc, pero que también se retomen procesos como el de Colombia, Guatemala, México, etc".

Se pueden solicitar fotografías de alta resolución a través de photos.oikoumene.org.